¡Qué duro resulta desprenderse de ti! Y no porque no quiera, porque cada día que pasa lo tengo más claro, sino porque parece que todo lo que se mueve a mi alrededor apunta hacia ti.
Ayer recibí un mensaje de un amigo que hace tiempo que no veía, preocupándose por mi estado de ánimo ya que había coincidido contigo y le habías contado 'nuestra ruptura'. Como buen amigo, me propuso quedar más tarde y charlar, a lo que yo acepté encantado. A la hora de la cita, a la que uno acudió más puntual que el otro, nos saludamos efusivamente y comenzamos a pasear por la ciudad sin rumbo fijo. Tras las protocolarias preguntas acerca de la familia, trabajo y demás, comenzamos a hablar del tema que nos había llevado allí: él me preguntó acerca de mi estado de ánimo; yo le conté cómo me encuentro, y finalmente él me realizó el siguiente comentario:
'Por lo menos la ruptura fue de mutuo acuerdo. Así parece que estas cosas duelen menos.'
Por supuesto, me extrañó muchísimo el comentario, por lo que le pregunté qué le habías contado acerca de 'nuestra ruptura'. Él, extrañado, me explicó que tú le habías dado a entender que habíamos cortado porque la relación se había ido deteriorando, y que en los últimos mes no habíamos hecho otra cosa que convivir como compañeros de piso.
Punto uno: extraña un poco que me definieras como 'compañero de piso', principalmente porque durante ese tiempo realizamos un viaje juntos al extranjero, te acostaste conmigo varias veces (si alguna vez tengo una compañera de piso, se lo tendré que proponer como una rutina más), planificamos nuestras vacaciones para el verano que ya pasó, y alguna otra cosa que hicimos y que prefiero no contar. Por supuesto, yo nunca percibí que nuestra relación estuviera tan deteriorada como das ahora a entender.
Punto dos: me molesta que no cuentes la verdad del asunto. Ya lo sabes porque te lo he dicho alguna vez durante estos últimos meses, aunque entiendo que la vergüenza no te deje hacerlo más que a unas pocas personas. Pero me molesta aún más que cuentes cosas que dan a entender lo que no es: no cortaste conmigo. Me engañaste con otra persona y yo te pillé haciéndolo. Si realmente hubieras tenido el valor de cortar conmigo, y después irte con él, la cosa hubiera sido diferente. Pero la realidad es que no fue así. Tú me engañaste durante medio año con él, y cuando te pillé te quedaste descolocada. Posteriormente insististe en no dejarme marchar sin más, y me pediste tiempo para aclararte; y ese tiempo lo utilizaste para lo que lo utilizaste.
Punto tres: entiendo que ahora quieras autoafirmarte en las decisiones que te has visto obligada a tomar por las circunstancias. Pero de ahí a que engañes a nuestros amigos... va un mundo. Ahora, no sé de qué me extraño: intentaste engañarme a mí contándome una nueva versión de los últimos meses que he tenido que sufrir con tus constantes mentiras e indecisiones (y eso que yo estaba allí contigo), así que igual esto que estás haciendo ahora casi parece hasta normal.
Por favor, no engañes a la gente. Sé que tiene que ser muy complicado iniciar una nueva relación en la situación en la que lo estás haciendo (con sentimiento de culpa, escondiéndote de todos, y percibiendo el rechazo a cada paso que das por parte de la poca gente que lo sabe). Entiendo que no debe ser fácil, sobre todo por el miedo a que esa otra persona te esté utilizando para sus fines, y que una vez cumplidos estos vuelva a los brazos de su mujer (que ya te advierto que va a pasar). Pero te pido por favor que no engañes a nadie más. Ya cubriste el cupo conmigo, y sólo vas a conseguir dañar mi imagen temporalmente -si es que es lo que estás buscando, que no creo- y ponerte en una peor situación cuando todo el mundo se entere de lo que pasó realmente (porque se tendrán que enterar, a menos que quieras mantener esta 'relación' oculta hasta el fin de los días).
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