lunes, 8 de septiembre de 2014
Hoy te digo adiós
Lo esperable tenía que acabar sucediendo. Por fin reconoces haber cumplido el camino que te marqué cuando te marchaste. Aquel día te comenté, paso a paso, todo lo que acabarías haciendo, y ayer por fin me diste la razón. No soy ningún 'pitoniso', pero sí soy bastante inteligente. Estaba claro que ibas a acabar intentando ser la cenicienta de un príncipe podrido.
Aún así, es tu decisión vivir el cuento como te plazca. No soy yo quien tiene que ponerle final, así que espero, por tu bien, que el narrador se apiade de ti, porque tiene más pinta de acabar en drama que en final de Disney.
Por mucho que él te haya dicho que se lo ha contado a su mujer, aún no lo tienes claro. No hay más que ver tus comentarios para darse cuenta que intentas cada vez autoafirmarte en esta decisión tomada a la fuerza (y no por propia decisión, como dices. Nadie toma una decisión por propia iniciativa cuando le pillan mintiendo y engañando descaradamente a su pareja). Te voy a dar un consejo gratis: No te fíes de él. Me apuesto un brazo a que no le ha dicho a su mujer lo que tú piensas que le ha dicho. Puede que me equivoque -no sería la primera vez-, pero también es verdad que el saldo de aciertos y errores está netamente a mi favor. Auguro un mal final en todo esto.
Yo por mi parte he decidido pasar página con respecto a este asunto. Aún me duele, claro, y supongo que la cosa llevará tiempo, pero me he cansado de estar todo el día con la misma cantinela. Ahora necesito centrarme en mí, en mi futuro inmediato, y es lo que pienso hacer.
Como segundo consejo: no conviene que me vengas a buscar por el momento (cosa que ya te he advertido anteriormente). Te llevarás una desagradable sorpresa; esa que tanto temes y que incluye la presencia de terceras personas. Te avisé de que no pensaba esperarte, y de que tengo la suficiente confianza y seguridad como para saber que no tengo por qué estar solo si no quiero.
De momento no tengo más interés que pasármelo bien con quien quiera pasarlo bien conmigo, en todos los aspectos posibles. Es algo que tengo que agradecerte, pues me has abierto un mundo de posibilidades que desconocía, y para el que por lo visto estoy bien valorado y colocado.
No me soluciona el problema que tengo cuando te recuerdo, pero me aporta cariño y confort, tranquilidad al dormir y algunas otras cosas que no me dabas. No sé si me ayuda a superar tu engaño, pero te aseguro que me ayuda a quitarle parte de la importancia.
¿Se cumplirá al 100% mi predicción? ¿Cuánto tardaré en verte rondando a mi alrededor? ¿Creerás de verdad que te habré esperado durante este tiempo?
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