domingo, 9 de noviembre de 2014
Una vez más
¡Vaya fin de semana más asqueroso llevo! De esos en los que me da la sensación de haber metido la pata muchas veces en poco rato con varias personas, y de haberlas agobiado con toda la mierda que tengo en la cabeza.
No sé por qué, pero estoy de bajón. Nuevamente has vuelto a mi vida, aunque esta vez sin tú saberlo siquiera. Un comentario inesperado de alguien ha bastado para remover de nuevo todo el trabajo que estoy haciendo conmigo mismo al respecto de la ruptura. Y me jode horrores que, por el simple hecho de escuchar tu nombre, pase tan malos ratos comiéndome la cabeza. Es cierto que este fin de semana no entrará dentro de la historia de los mejores días de mi vida: mucho tiempo en soledad (no sé por qué odio tanto esto, la verdad), planes repetitivos, y errores de bulto que he cometido aún sabiendo que, de hacer lo que he hecho en algunos casos, iba directo hacia ellos.
Creo que busco desesperadamente una sustituta. Alguien que me dé lo que obtenía de ti, fuera bueno o malo.Soy consciente de que es un error, de que en mi estado actual no ayuda nada el pensar constantemente en mujeres, en si ligo o dejo de ligar (la realidad es que sí ligo, pero intento después correr demasiado y las asusto). Pero es como si me fuera la vida el encontrar una pareja estable, para encontrarme igualado a ti. En vez de sentirme bien conmigo mismo por todo el trabajo anímico, en vez de felicitarme por cómo lo estoy llevando, por darme distancia de ti, por conseguir hacer nuevos amigos... me estoy poniendo en una situación de inferioridad OTRA VEZ, me veo como un imbécil al que han cambiado por otra persona sin ningún tipo de problema. Me estoy desviando del camino correcto, lo sé, y esto no puede llevar a nada bueno.
Necesito recuperar el rumbo, sentirme bien conmigo mismo, darle sentido a mi vida, aprender a vivir el día a día y los momentos que ésta me ofrece. Pero el dolor de tu distancia es sencillamente muy fuerte y atrayente; es seguramente como el mono de cualquier adicto. Lo peor es que no entiendo por qué, precisamente ahora, y cuando menos me lo esperaba, ha llegado este bajón tan grande. Tener que volver a luchar por salir a flote es una carga muy pesada. Esperamos que sea la última vez que tenga que enfrentarme a esto.
Hay varias personas además que me han ofrecido, sin saber qué ha visto en mí, un apoyo enorme en este momento de mi vida. Y ahora tienen un bajón en las suyas. Me gustaría poderles devolver todo ese cariño que me han dado, pero no sé cómo. Me cuesta saber qué decir o hacer, sobre todo porque no acabo de conocerlas lo suficiente. Creo que intentaré poner una marcha menos a ver qué pasa, porque no me gustaría asustarlas presionándolas sin querer.
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