Es curioso, pero me he vuelto a acordar de este blog por medio de una lectura que acabo de hacer del caso de una chica, que fue abandonada por su novio cuando éste pasó a liarse con otra chica más joven. El caso es que me doy cuenta, gracias a ella, de que hice bastante el gilipollas durante los 9 años que intenté llevar una relación contigo de igual a igual. He hecho cosas que nunca pensé que llegaría a hacer:
1.- Me dejé arrastrar por tus cambios de humor. Si tenías un día malo, lo acababa teniendo yo también. Bastaba verte la cara después del trabajo, o en un día en que tuvieras la regla, para saber que ese día no podríamos tener la fiesta en paz en casa.
2.- Dejé de ver a parte de mis amigos, con los que no tenías 'feeling'. Lo más grave es que, cuando te marchaste, ellos siguieron estando ahí cuando les necesité. Jamás podré agradecérselo lo suficiente.
3.- Cuando terminamos, llegué a pensar que era culpa mía, que no era suficientemente bueno para ti. Vaya sorpresa me llevé cuando descubrí al poco tiempo que habías ido 'marcando terreno' durante mucho (mucho, mucho) tiempo a mi alrededor, y que muchas chicas tenían hasta miedo de hablar conmigo por tu culpa.
4.- Tuve cambios de imagen motivados por tu incesante perorata de que 'con el pelo de otra forma estarías mejor', 'deberías adelgazar un poco'...
5.- Llegué a sentirme mal cada vez que te proponía tener relaciones, porque tú las rechazabas demasiado de continuo. Raro era que mantuviéramos más de 3 encuentros al mes. No era mi problema, y ahora veo que eras tú la que tenía un problema que nunca me quiso comentar.
6.- Pasé demasiado tiempo resolviendo tus problemas. Creo que es evidente este punto, ya que estuviste casi año y medio desde que nos separamos tocándome las narices cada cierto tiempo con idioteces que bien podrías haber arreglado tú sola, y que recibieron constantes negativas por mi parte.
Ahora me siento liberado, tranquilo y feliz. He redescubierto la vida, encontrado nuevas metas e ilusiones, tengo a mi lado a una pareja que me da lo mismo que yo le ofrezco, y vuelvo a ser dueño de mí mismo. Te diría que en cierto modo lo siento por ti, porque sé que ahora mismo estás pasando una mala situación, pero me temo que poco te va a importar a estas alturas...